La Escuela de Imaginadores fue el primer taller literario en comenzar a dar las clases por videoconferencia en el inicio de la pandemia. Nos adelantamos una semana al anuncio del confinamiento. Y, gracias a nuestra velocidad de reacción, nunca llegamos a perder ni un solo día lectivo.
Del mismo modo, antes de que se aprobara la desescalada, instalamos en nuestra sede todos lo recursos necesarios para hacer posibles las clases mixtas. Desde entonces, conservamos nuestro enfoque de clase presencial y los alumnos que así lo desean asisten en persona respetando las restricciones de distancia y aforo; mientras que el resto participa desde casa vía Zoom, mediante una pantalla gigante en la pared, cámaras móviles y un micrófono omnidireccional en el centro de la mesa, que nos permiten reproducir una experiencia muy similar a la de siempre. En el aula también disponemos de un purificador con filtro HEPA, que suma a nuestros balcones su capacidad de renovar el aire y limpiarlo de virus.

Nuestro formato y metodología didáctica seguirá siendo presencial. Si bien parece que esta fórmula ha venido para quedarse, y ahora la posibilidad de asistencia online nos permite contar con aspirantes a escritores de todas las partes del mundo.
